Muchos de nuestros perros demuestran comportamientos o conductas que a veces nos dejan perplejos, y no entendemos el por qué de muchas situaciones, como por ejemplo, cuando un perro se enfada que dé vueltas sobre sí mismo y se muerda la cola.
El organismo normalmente está preparado para adaptarse a situaciones estresantes de forma temporal. Pero cuando se prolonga a lo largo del tiempo,empiezan a notarse ciertos efectos de estrés sobre el organismo y, sobre todo, en los cambios de conducta de nuestro perro.
Muchos de estos cambios están relacionados con una inestabilidad emocional generada por la frustración, y es entonces cuando aparece la ansiedad.
La definición de comportamiento es la capacidad de adaptación de un organismo al entorno en el cual vive. Cuando hay cambios en el entorno durante períodos prolongados, se producen situaciones emocionales conflictivas aumentando la ansiedad o tensión, debido a la frustración generada por la ausencia de experiencias físicas, sociales, etc.
Muy a menudo aparecen signos comportamentales de ansiedad en perros que han vivido durante cierto tiempo una rutina determinada (perros callejeros) y, de repente, se cambia dicha rutina a un entorno poco estimulante (ambiente doméstico). Otros casos incluyen a perros que pasan de compartir casi todo con sus propietarios a estar en un jardín o, incluso, a estar atados a una cadena durante cierto tiempo o permanentemente.
Síntomas de ansiedad:
- ladrido excesivo
- autolamido
- conducta destructiva
- excavado de pozos
- orinar y/o defecar en lugares inadecuados
- hiperactividad
- lamido de objetos
- succión de tejidos, llegando incluso a la automutilación
- presentación de estereotipias (caminar sin sentido de un lado al otro de una reja)
Otra causa de presentación se produce en el caso de animales con escaso o nulo contacto social con animales de su misma especie o de otras especies.
La forma de corregir estos trastornos es, principalmente, identificar la posible causa y tomar las medidas adecuadas a cada caso en particular.
Consejos
Lo recomendable para mitigar la ansiedad es disfrutar de paseos controlados incorporando el uso del collar y la correa, evitando que nuestro perro tome el control de dicho paseo. Esto se logra haciendo que el perro entre en el estado emocional adecuado antes de salir a pasear y no una vez que ya tiene colocada la correa.
También existen medicamentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo y a corregir ciertos disturbios orgánicos que pueden ser la base de este tipo de trastornos.
Obviamente, siempre debemos recurrir a nuestro médico veterinario de confianza para que realice primero una evaluación clínica, para luego, en caso de necesidad, realizar la derivación correspondiente al médico veterinario especializado en comportamiento de su confianza.
Recuerden sacar a pasear a sus mascotas y así aprovechar que el clima empieza a cambiar y aprovechar el aire fresco para que salgan a desempolvarse. Buen inicio de semana!
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